La historia comienza con una inundación épica que cubre el pueblo Perdido en Alabama. La mayoría de las casas están bajo el agua, y los habitantes del pueblo exiliados a la iglesia (la zona más alta del lugar) sin saber cómo recuperar lo que, valga la redundancia, han perdido. El hallazgo de una extraña en el hotel se convierte en lo más intrigante que sucede en ese momento de angustia y desesperación, generando todo tipo de especulaciones. Desde el principio, como lectores sabemos que Elinor no es una persona común. Su comportamiento extraño, especialmente su relación con el agua y a un niño que se ahoga, es (como mínimo) desconcertante. Aunque muchos en el pueblo la aceptan, la figura de Mary-Love, la madre de Oscar, se muestra desconfiada y abiertamente hostil hacia ella. A pesar de la influencia de Mary-Love en el pueblo, la presencia de Elinor parece amenazar con eclipsarla por completo.

El elemento sobrenatural, aunque constante, se mantiene en sutil, lo que es un acierto en este primer libro de la saga. En lugar de ser lo principal, el misterio sobrenatural complementa una historia que, en esencia, presenta el pueblo de Perdido y sus personajes. La lucha del pueblo por encontrar soluciones para controlar el río y protegerse de futuras inundaciones es una de las múltiples tensiones que surgen, pero ninguna de las opciones convence a Elinor, quien siempre parece tener sus propios intereses. Entre la creciente rivalidad con Mary-Love, su enfrentamiento con el consejo municipal sobre la regulación del río y un final lleno de suspenso, La riada va hacia una confrontación inevitable.

Disfruté muchísimo de la lectura, es rápida pero absorbente con un elenco de personajes diverso (cada uno con sus propias motivaciones) y las distintas temáticas que aborda como el romance, la avaricia, la familia y el poder. 

La saga de los Caskey es fascinante, tanto en su dimensión sobrenatural como en su intrincada dinámica familiar. Muy recomendable para quienes disfrutan del misterio, el suspenso y los secretos ocultos bajo la superficie.